El Ingeniero Biomédico de Gestión Hospitalaria se enfoca en optimizar continuamente lo que ya se encuentra en un hospital, e incorporar cambios que lleven a niveles superiores de calidad, diseñando y desarrollando estrategias que permitan conseguir la mejor relación entre calidad, precio y esfuerzo para lograr la óptima efectividad en servicios de un espacio médico.
Su actividad es una especialidad de la Administración en Salud, enfocada en procedimientos sistemáticos para proveer y evaluar la tecnología adquirida o solicitada, verificando que sea apropiada para su objetivo, segura, eficaz y con un costo adecuado por unidad médica.
La gestión de equipo médico implica la detección de necesidades, planeación, evaluación, adquisición, instalación, mantenimiento, capacitación, uso, detección obsolescencia y baja de los equipos.
El ingeniero que desarrolla este perfil utiliza sistemas de gestión y otras herramientas enfocadas a la organización de la institución, por ejemplo, facilitando el balance financiero mostrando donde hay gastos innecesarios. Parte de su objetivo es conocer los costos operativos de la institución y saber cuáles especialidades o convenios traen una mejor rentabilidad para la institución.
La Gestión Hospitalaria se fundamenta en reconocer y aplicar tres conceptos de la Administración en Salud: gestión, calidad y mejora continua.
Los procesos que se desarrollan en la Gestión Hospitalaria van de la mando con diversas áreas, empatando como se muestra a continuación:
| Proceso | Área |
|---|---|
| Planeación | Dirección / Área Médica |
| Incorporación de equipos o servicios | Área Administrativa |
| Instalación de equipos o servicios | Área Técnica |
| Operación de equipos o servicios | Área Usuaria |
| Baja de equipos o servicios | Área Administrativa |
Para llevar a cabo una buen gestión hospitalaria el ingeniero a cargo debe considerar los siguientes puntos:
- Conocer el perfil de los pacientes: el primer paso es entender en qué contexto se encuentra la institución, si posee un historial completo o digitalizado de la situación clínica de los pacientes, y cuáles son las patologías más comunes que se atienden.
- Recepción y atención de calidad: la entrada del paciente en el hospital puede llegar a determinar su estancia en el mismo.
- Mejora continua: una gestión eficiente, que va más allá de adoptar prácticas puntuales, debe ser mejorada y actualizada continuamente.
- Entrenamiento: valorar el capital humano de la institución implementando programas de entrenamiento continuos que van de la mano con la mejora continua.
- Planificación estratégica: las instituciones de salud deben limitar su misión, visión y valores, identificando cuál será su diferencial, cuál es su expectativa para el futuro y qué principios guiarán sus decisiones.
- Fortalecer vínculos con los proveedores: establecer una buena comunicación con proveedores permite garantizar que los elementos necesarios para brindar los servicios estén disponibles.
- Gestión financiera eficiente: una administración hospitalaria eficiente tiene los procesos financieros en estricto control, lo que significa cerrar las cuentas con transparencia y sin fallos.
- Atención a los indicadores de rendimiento: el manejo y análisis de información interna que permitan evaluar la eficiencia de la gestión hospitalaria con el objetivo de tomar mejores decisiones a futuro.
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